Salida a Lekeitio.

Se hizo la salida de Lekeitio con un domingo estupendo y una cuadrilla bastante numerosa. Sobre la docena nos juntamos esta vez. En esta ocasión nos acompañaron 2 amigos de Jon que andaban un huevo.

La primera mitad fuimos tranquilos de menos a más y tratando de mantener el grupo unido para llegar a Lekeitio juntos, como así fue. Lekeitio estaba radiante y, en el puerto, nos tomamos el cafecito de rigor.

De vuelta para casa, Fernan y los amigos de Jon salieron un poco ligeros formándose enseguida 2 grupitos. Yo me metí en el 1ro con los 3 matxakas, Aitor (otro matxaka), Javi y yo (las 2 potenciales victimas).

La subida a Ereño tb fue de menos a más y, en los 2 últimos km, se fue muy rápido. A falta de unos 500 mtos Javi se descuelga y yo ya iba muy justo pero consigo llegar al alto. Eso, en principio te garantiza llegar a Muxika con la cabeza. Con todo, en la bajada a Gernika se fue a matxete pero después se puso un ritmo más llevadero, alto pero un poquito más llevadero.

En la subida a Gerekiz otra vez calentón. Esta vez nos quedamos unos de los colegas de Jon y yo, que me sobra como un km. Arriba, en Gerekiz, nos esperan los 3 matxakas con la idea de ir a buscar al otro grupo e ir a Algorta. Yo me planto y les digo que me subo Morga y para casa para aprovechar un poco la mañana con la familia.

Subo Morga tranquilo y, a la altura del Katxi, me pilla un grupo de chavales a los que me uno para hacer una subida a Mora del kopon. Creo que no he subido este puerto tan rápido en la vida. La bajada tb a toda pastilla. Al final, a las 12:15 en casa con 116 km y 28 de media, no está nada mal teniendo en cuenta el recorrido.La verdad es que me he sentido como nunca en la bici, se notan los km de Girona y el haber estado bastante activo todo el verano.

Esta semana voy a bajar un poco el pistón de cara a la Sorginen. Voy sin pensar en tiempos, a disfrutar y llegar entero para luego poder estar con la familia decentemente. Con todo, espero hacer un buen tiempo ya que me encuentro muy bien de forma. Pero, a lo dicho, el plan es correr sin mirar el reloj y reservando un poco para no llegar muerto.