lunes, 7 de diciembre de 2015

Crónica de la maratón.

De nuevo nos dirigimos a Donosti para afrontar el maratón. El día parece que va a ser ideal para correr y esta vez voy con Etor, se agradece un montón ir en compañía. Me levanto a las 5:50 antes de que suene el despertador y desayuno una mandarina, un yogur y un café con un par de polvorones. Bajo a las 6:30, hora a la que hemos quedado, a las 7:30 ya estamos aparcando en Illunbe. Tenemos 1 hora y media para prepararnos.

Cogemos taquilla en el velódromo, con tranquilidad vamos vistiéndonos, estirando, etc… Al principio no hay mucha gente por los vestuarios, pero poco a poco se va llenando. El tiempo pasa rápido, salimos para calentar un poco y enseguida al cajón. Estamos un poco atrás pero no se puede avanzar más, así que salimos ganando posiciones poco a poco y, sobre el km 5, ya tenemos a la liebre de 3:15 a la vista. La temperatura anda por los 9º, el grupo va muy bien, vamos haciendo km a gusto con la liebre. En una de estas que veo a David en el pelotón, le saludo y seguimos detrás de la liebre relativamente cómodos.

Etor y yo pasamos el medio maratón en 1:36 ya que tenemos 1’ de margen respecto a la liebre por haber salido un poco más atrás. A Etor  se le ve muy fácil, yo también voy a gusto pero consciente que queda mucho y que hay que ir guardando todo lo posible para cuando lleguen los momentos difíciles.

En el 24 noto un pinchazo en la zona del abductor, no llega a ser doloroso pero sí molesto. Sigo en el grupo a pesar de la molestia. Pasamos el 30, aunque ya se notan los km, me mantengo con el grupo y creo que puedo aguantar. Sin embargo, en el 34 me vuelve a dar un pinchazo, esta vez más fuerte, que me obliga a pararme. Intento arrancar otra vez, pero no puedo. Me cuesta hasta andar, así que decido darme la vuelta y abandonar.

Hago el primer km hacia Anoeta andando y luego voy un rato trotando y otro andando hasta llegar a meta donde espero a Etor. Le doy un pequeño susto porque él esperaba verme por detrás, pero luego le explico lo sucedido. Él ha hecho un tiempo muy bueno, 3:12:57. Envidia sana, me alegro por él porque creo que se lo ha trabajado este año.

Cogemos la medalla y las bolsas, ducha y para casa. Etor muy contento, no es para menos, y yo un poco decepcionado. Este año me he visto para mejorar el 3:14 del 2011 pero al final no ha podido ser. Ahora toca descansar y también recuperarse anímicamente, he acabado un poco decepcionado con la retirada. Bueno, voy a tomarme este mes con tranquilidad y después de navidades ya veremos cómo nos planteamos el año.