A las 7:00 en pie, desayuno un plátano, unas galletas y café, cojo los bártulos y para Bilbao. Llueve bastante al salir de Lezama pero al llegar a Botica Vieja ya llovía un poco menos. Monto la bici, me pongo el txubaskero y al Guggemheim que es donde está la salida. Pillo el chip y doy una vueltilla por los alrededores, tengo tiempo para otro café pero no me apetece mucho y, como no llueve, prefiero esperar en la salida.
Se acerca la hora de la salida y empieza a llover mas seriamente, ya no doy un duro por Luismi pero mira por donde aparece en el último momento. Recordamos la última vez que nos veíamos en una carrera de MTB, hace más de 10 años en las Bardenas. Qué tiempos y que risas.
Salimos tranquilamente, deseando que la lluvia cese, atravesando Bilbao hacia Kobeta Mendi donde acaba la salida controlada. Ni nos enteramos de lo de la salida controlada ya que vamos muy atrás y no vemos las motos que llevan a los primeros.
El comienzo de la subida al Paga es relativamente tendido por pista ancha, Luismi va cogiendo metros, se le ve en forma. Yo sigo cómodo, muy despacio pero cómodo. Poco a poco la subida se va endureciendo pero voy a gusto hasta que se me sale la cadena y tengo que parar para colocarla. Me cuesta un poco volver a arrancar pero poco a poco vuelvo a coger el ritmo.
Arriba hay un buen avituallamiento donde como algo, saludo a los conocidos y sigo tranquilamente. La pala de después del avituallamiento la subo andando, el desnivel es brutal, pero es el único tramo de la carrera que no es ciclable para mí. Eso sí, hay gente que la sube en bici, con un par.
En la bajada hay que ir con cuidado, no es que sea extraordinariamente complicada, pero sí que tomo mis precauciones. Pensaba que iba a coger a Luismi bajando, pero no. Me extraña porque no estaba tan lejos en la subida pero parece que ha bajado bastante bien. Ya no le veré hasta el final de la martxa, se nota que está bien entrenado así que otra vez que me da para el pelo.
La subida de Alonsotegi al Paga es más tendida, me junto con unos chicos de Bakio y vamos piano – piano para arriba. Adelantamos a alguna gente y llegamos al avituallamiento con sol y, yo, muy contento. Lo más difícil ya está hecho, sólo queda la última bajada. Me lo tomo con calma, no quiero que una mala caída me estropeé lo que ha sido un buen día de BTT.
Bajando me adelantan algunos, no muchos, pero yo a lo mio que es bajar entero. Al final llego a meta en 3h:37'. Muy bien, mejor de lo esperado. En la meta están Luismi e Iñigo que ya han limpiado las bicis y se marchan para el Guggemheim. Yo voy en el siguiente grupo y les vuelvo a encontrar en el sorteo de los regalos, charlamos un rato poniendo verdes a los de la Txori que no han venido, nos despedimos y para casa.
El día ha salido muy bien, no ha habido percances, poca lluvia, mucho barro, pero nos lo hemos pasado fenomenal. Experiencia para repetir.
