domingo, 26 de noviembre de 2017

Crónica del Maratón de Donosti


Esta mañana Etor y yo nos hemos dirigido de nuevo a Donosti para correr el maratón. Como siempre, hemos quedado a las 6:30. Yo he apurado y me he levantado a las 6, he desayunado una naranja y un café con media palmera. Luego, a la hora y tranquilamente hemos cogido la A-8 para llegar a Illunbe a las 7:40.
Por el camino ha llovido bastante y cuando hemos llegado a Donosti tenía pinta de que íbamos a tener agua. Efectivamente, hemos tenido un poco, un chaparrón un poco fuerte sobre el km 6 y otro poco sobre el km 20. Pero no ha sido un problema, el resto del recorrido no ha llovido, la temperatura ha sido buena (entre 8º-12º) y hemos tenido poco viento. Por tanto, no nos podemos quejar del tiempo.
Como tenía pensado, me he metido en el cajón de 3:15 y, aunque la liebre iba bastante por delante, hemos mantenido un ritmo como para llegar en 3:15 o similar. Es decir, los dos primeros km han sido más lentos, pero luego hemos ido un poco más rápido y salía km entorno a 4:33-4:40. He intentado ir con gente en esos ritmos, pero varios de ellos poco a poco iban cogiendo más velocidad. Como ya me tuve que retirar hace 2 años llevando ritmos de 4:30 y, además, en los entrenamientos la cadera me ha molestado cuando subíamos el ritmo, he preferido bajar de 4:35.
Así, con relativa comodidad, he llegado al medio maratón en 1h:38’. En principio, si mantenía un ritmo similar el segundo medio, me valdría. En ese momento, en realidad iba pensando más en acabar que en el tiempo, iba bien, pero quedaba el segundo medio. En los siguiente km, hasta el 32 más o menos, he seguido manteniendo el ritmo entre 4:30 y 4:40 con muy buenas sensaciones. En un avituallamiento he visto a Iban que estaba dando agua, un puntazo poder saludarle. Pero a partir del 34 he bajado el ritmo a +/- 4:50. Esos km, hasta el 38, se me han hecho bastante duros, pero he bajado el ritmo y he aguantado sin pararme.
Cuando he visto el 38 me he animado bastante, en ese punto ya ves que entras de nuevo en la zona de la parte vieja y hay mucha gente animando (estaba Mikel con la familia por allí, animando a tope). Además, ya se huele el final. Ese empujón de ánimo me ha hecho subir el ritmo y he hecho los 4 km a 4:30-4:30 y, por tanto, acabando con muy buenas sensaciones. Eso sí, cuando he cruzado la meta casi no podía dar un paso, como siempre las patas duras como tablas. Además, los pies, que ya me molestaban desde el km 35, los tenía destrozados.
En fin, la segunda media también me ha salido a 1:38 y el tiempo final ha sido 3:16:40. Muy contento, primero por acabar y después por el tiempo. En los vestuarios me he encontrado con Etor, 2:58, una makina. Hemos comentado un poco la carrera y al coche, pasando por la tortura de las escaleras de Illunbe. Total que estábamos en Lezama a las 2, hemos podido ver la entrega de premios del ciclo-cross con las familias. Día redondo.



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