En estas fechas no es nada raro estar metidos en pleno temporal,
hemos tenido un otoño muy suave y el invierno también empezó con
muy buenos días, pero al final el invierno de verdad ha llegado. Por
tanto, esta semana no se ha podido hacer mucho, el miércoles salí a
correr 47’ y hasta hoy nada más.
Hoy no tenía nada claro que hacer, así que me he levantado
tranquilamente, he preparado el desayuno para Ana y para mí, he
recogido los desayunos y luego me he animado a subir al Ganguren. Me
he abrigado bien y, a pesar de que el cielo estaba muy gris, he
salido sin lluvia. En principio, la idea era subir y bajar sin pillar
una chupa de campeonato.
Sin embargo, arriba no tenía muy mala pinta así que he alargado un
poco hacia la carretera que sube del Gallo. Estaba a gusto y no
llovía, así que suave, suave, he llegado a la carretera y he vuelto
por un camino que te deja al lado de los frontones del Vivero. Ahí
ya me he dirigido para abajo con una propina en el cortafuegos del
guardetxe.
Total 18 km y 580 mts de desnivel en 2 horas y cero lluvia. Muy
contento. Por cierto el forerunner, una gozada.
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